Aprende a identificar tu tipo de pelo y cuidar de él
Todos sabemos que existen cuatro tipos de pelos: liso, ondulado, rizado y crespo, pero, ¿conoces por qué se clasifican del 1 A al 4 C? Si desconoces sobre estos términos, no te preocupes, hoy te explicaremos un poco sobre ellos.
Antes de adentrarnos en el tema, es importante que sepas que los términos de esta clasificación fueron creados por el estilista americano Andre Walker, y que dentro de esta se cuenta con dos criterios simbolizados con letras y números que identifican el tipo de pelo y distinguen su subtipo.
TIPO 1: LISO
Luego de haberte explicado un poco de la nomenclatura, iniciamos con el pelo liso. Recuerda que este tipo cae recto desde la raíz y no tiene ondas naturales.
Tipo 1 A: es el pelo más delgado que se enreda con gran facilidad debido a su estructura.
Tipo 1 B: es medianamente grueso y sus raíces mantienen volumen suficiente.
Tipo 1 C: es el pelo más grueso, se puede reconocer fácilmente porque se siente más pesado y brilla.
Consejos para su cuidado
Usa shampoos y acondicionadores ligeros que ayuden a controlar el frizz, de preferencia sin sales ni aceites pesados.
TIPO 2: ONDULADO
Como bien se sabe, el pelo ondulado posee características del pelo lacio y rizado, si la hebra es delgada suele ser más fácil de trabajar, en cambio, si llega a ser gruesa puede ser complejo de controlar.
Tipo 2 A: se identifica fácilmente porque es fino y desde la raíz hasta alrededor del nivel de los ojos suele ser liso, de ahí en adelante el pelo tiene ondas sueltas e indefinidas.
Tipo 2 B: el grosor del pelo es intermedio, pero esta vez las ondas aparecen de medios a puntas y son más marcadas.
Tipo 2 C: en esta categoría, la onda es definida y se empieza a asemejar al pelo rizado, este tipo de pelo es más grueso e inicia desde las raíces.
Consejos para su cuidado
Usa shampoo, acondicionadores y mascarillas con efecto hidratante, te recomendamos optar por fórmulas con extractos de frutas, vegetales y hierbas. Además, si quieres marcar más tus ondas, usa espumas o geles livianos que potencien su textura.
TIPO 3: RIZADO
Este tipo de pelo se caracteriza porque es voluminoso y su hebra se parece a la letra “s” o a la “z”, su cuidado y mantenimiento requiere un poco de tiempo, pero sabemos que el resultado vale la pena.
Tipo 3 A: lo puedes distinguir con facilidad, ya que se forman bucles en forma de “S”, dentro de esta categoría es el más hidratado de los tres, y puede que en algunos casos la raíz llegue a ser lisa.
Tipo 3 B: son rizos muy definidos y ligeramente angostos o con forma de espiral. Surgen desde la raíz y son muy voluminosos.
Tipo 3 C: estos rizos son más apretados y pequeños, también se forman desde la raíz, tienen mucho volumen y su hebra es gruesa.
Consejos para su cuidado
Con este tipo de pelo, el secreto está en mantener su humedad, por lo que te aconsejamos usar productos diseñados especialmente para el pelo rizado, también puedes incluir en tu rutina aceites de jojoba, almendra, coco u oliva para darle más brillo y nutrición.
TIPO 4: CRESPO
A pesar de que es un pelo grueso, es muy frágil y delicado, por tanto su cuidado es muy importante. En este tipo de pelo, la hidratación es clave.
Tipo 4 A: es súper delgado y sensible al maltrato, sus rizos son muy definidos y pequeños, tal como un espiral.
Tipo 4 B: el patrón de los rizos tiene forma de zigzag y por esa razón no son tan evidentes. Se consideran que son duros y se encogen con facilidad.
Tipo 4 C: en este caso los rizos son poco notorios y suelen ser complicados al momento de peinar.
Consejos para su cuidado
Este tipo de pelo necesita mucha atención, ya que requiere de humectación adicional, te aconsejamos que siempre apliques acondicionadores y cremas hidratantes cada vez que lo laves, además, la mejor forma de cuidarlo es mantener su largo hasta los hombros.
Recuerda que cada tipo de pelo es perfecto y su cuidado es vital para lucirlo hermoso y sano, si quieres que manos expertas te ayuden a mantenerlo solicita tu diagnóstico personalizado comunicándote al 55 6107 8609.